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Posted on May 28, 2013 | 0 comments

Juan Pablo Morales en «El Mercurio». Columna Sobre Bioequivalencia.

Juan Pablo Morales, Director Ejecutivo de nuestra ONG fue invitado a escribir esta columna sobre Bioequivalencia, que fue publicada en el Diario de circulación nacional El Mercurio (Sección ediciones especiales).  En esta ocasión sostiene: «Es claro que la bioequivalencia es un gran avance para un mercado donde abundan los medicamentos multifuente, los incentivos a la prescripción, las asimetrías de información y otros elementos distorsionantes»

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JPM el mercurio

 

Por Juan Pablo Morales Montecinos, Químico Farmacéutico. Magíster-MBA en Gestión en Salud. Director Ejecutivo ONG Políticas Farmacéuticas.

Cuando hablamos de bioequivalencia (BE), debemos entenderla como una herramienta científica, útil e importante para poder establecer la intercambiabilidad entre medicamentos que provienen de múltiples fabricantes (primero desde un laboratorio innovador) y que poseen una misma formulación en cuanto al principio activo contenido, vía de administración y dosis.

En términos globales nos permite aumentar los grados de confianza sobre la performance de un medicamento determinado, similar o genérico (fabricado bajo normas de buenas prácticas de manufactura) en comparación con un producto de referencia que por lo general es el medicamento original o innovador.

Este «aumento de los grados de confianza» es un elemento determinante para avanzar hacia un escenario de intercambiabilidad de medicamentos, en un mercado en donde abundan los medicamentos multifuente (es decir, con composición equivalente pero de distinto fabricante) producto del desarrollo industrial del mundo moderno y, principalmente, de la industria farmacéutica de las nuevas economías desarrolladas, como China e India, y de otros países emergentes como los del sudeste asiático.

Es preciso tener en cuenta que, a nivel hospitalario y de las personas, el componente asociado al gasto en medicamentos es el principal componente de los desembolsos estatales, institucionales y a nivel del consumo doméstico, por lo que su racionalización permite al Estado aumentar con mayor eficiencia la cobertura, a las instituciones optimizar sus presupuestos y a las personas disminuir el gasto de bolsillo referido a este concepto. Lo anterior, sitúa a la política de promoción de genéricos intercambiables como una pieza fundamental en la estrategia para enfrentar los costos crecientes en salud y contener el gasto farmacéutico.

Por otro lado, la bioequivalencia introduce una herramienta de apoyo fundamental para los profesionales médicos al momento de prescribir, ya que termina con las dudas existentes sobre la intercambiabilidad de medicamentos, prescripción que hoy se ve fuertemente condicionada por las acciones de marketing tanto de laboratorios de similares, de denominación genérica y productos innovadores de marca. Su difusión igualmente empodera al paciente, aumentando su capacidad de elección.

Precios y mercado

Mucho énfasis se ha puesto sobre la baja de precios individuales que significará la bioequivalencia para nuestro mercado. Sin embargo, este efecto será mucho más claro a nivel del gasto (Estado y personas) y será mayor en la medida que se promuevan los productos genéricos (sin marca) como genéricos intercambiables. La evidencia internacional y nacional que hemos podido analizar da cuenta de que para productos bioequivalentes poseedores de marca el efecto sobre la disminución de precios es menor y la diferencia con el producto innovador o de referencia tiende a disminuir en el tiempo.

En este punto, es importante diferenciar los conceptos de precio versus gasto, ya que este último, además de estar determinado por el precio, está condicionado por componentes relacionados a la inelasticidad de la demanda, el comportamiento de pacientes y profesionales prescriptores. También es necesario considerar el efecto del número de competidores presentes (laboratorios con genéricos bioequivalentes) y por otro lado las transferencias de costos debido a la realización de los estudios de bioequivalencia.

No obstante lo anterior y los problemas que ha debido enfrentar esta política (a nivel de la implementación, la resistencia de algunos gremios profesionales e industriales y una que otra campaña de desprestigio) es claro que la bioequivalencia es un gran avance para un mercado donde abundan los medicamentos multifuente, los incentivos a la prescripción, las asimetrías de información y otros elementos distorsionantes, que en compañía de otras medidas (como prescripción genérica, dosis unitaria y OTC) puede resultar en un gran beneficio para el sistema.

 

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