«La sostenibilidad de la Ley Ricarte Soto, estará sujeta a la promoción de una política de genéricos intercambiables y biosimilares»
Sin duda que el ingreso a trámite legislativo de la ley Ricarte Soto, es una buena noticia para los pacientes que se ven enfrentados a precios inasequibles de medicamentos que son necesarios para enfrentar enfermedades de alto costo. No obstante, es necesario entender que la la sostenibilidad de esta iniciativa estará sujeta a la promoción de una política de genéricos intercambiables y biosimilares, como forma de promover la competencia y evitar el abuso de posición dominante de laboratorios innovadores (y con protección de patentes) que se puede traducir en precios artificialmente elevados.
Existe importante evidencia sobre los efectos positivos que pueden tener sobre el acceso a medicamentos y la generación de ahorros en el gasto farmacéutico del estado y las personas la promoción de adecuadas políticas para genéricos intercambiables y biosimilares. Respecto a los primeros el estudio publicado recientemente por nuestra ONG demuestra que es necesario perfeccionar la política con respecto a la Bioequivalencia en Chile.
Un estudio publicado en el año 2014, en la prestigiosa revista de la American Society of Health-System Pharmacists, reveló que casi el 70% del gasto en medicamentos de los Hospitales de Estados Unidos (No federales), se concentra en 10 categorías terapéuticas relacionadas con Agentes Anti-neoplásicos (de uso en cáncer), modificadores hemostáticos, Anti-infecciosos, factores sanguíneos, Agentes Gastrointestinales y medicamentos Biológicos , entre otros. Los medicamentos biológicos por si sólo concentran el 4,7% de dicho gasto.
Desde la perspectiva de desarrollo de la industria y la tendencia de configuración organizacional de este sector industrial, permite vislumbrar que el desarrollo de futuros fármacos será de forma preponderante orientada a los medicamentos biológicos, sobre todo para enfermedades complejas, por lo que las enfermedades de alto costo (debido al precio de sus medicamentos) serán cada día más comunes.
Es preciso adelantarse y apostar como país hacia la promoción de genéricos intercambiables y biosimilares. Recordemos que cada peso que se paga en exceso por el precio de un medicamento elevado es un peso que se deja de invertir en la construcción de hospitales y contratación de especialistas entre otros campos urgentes.
Por Juan Pablo Morales Montecinos.
Director ONG Políticas Farmacéuticas.