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Posted on Jun 3, 2013 | 0 comments

TPP y los riesgos en el acceso a medicamentos. Más allá de las patentes farmacéuticas.

TPP y los riesgos en el acceso a medicamentos. Más allá de las patentes farmacéuticas.

*Por Rodrigo López Muñoz

 

Esta semana el Presidente Piñera se encuentra en Norteamérica. Hoy 4 de Junio se reúne con el Presidente Obama, y es obvio que uno de los temas de conversación será el avance en las negociaciones sobre el TPP. En ese contexto, es claro considerar que las etapas técnicas ya se acaban y es el momento de las decisiones políticas, y en esto es el presidente (actual y probablemente el próximo) quien tenga la última palabra. Luego de la última ronda de negociación (la N°17, en Lima, Perú) se han filtrado nuevos documentos que demuestran la compleja amenaza que este tratado puede traer sobre la salud pública y fundamentalmente el acceso a fármacos. 

La filtración del texto de Propiedad Intelectual del TPP durante el 2012 abrió las alertas sobre las pretensiones de la industria de fármacos norteamericana (PhRMA) sobre los países firmantes: patentamientos a nuevos usos y formas farmacéuticas, eliminación de las oposiciones de patentes, aumento de los años de protección de datos y otras medidas que hemos hablado en extenso y que según un estudio realizado junto a la fundación iFarma podría aumentar el gasto en medicamentos a más de 70 milolones de dólares anuales en Chile.

 

No obstante, y agravando la situación, la reciente filtración de dos nuevos capítulos, el capítulo de inversiones y el de transparencia hace el panorama aún más sombrío y muestra cómo se pretende afianzar el monopolio de fármacos a través de múltiples medidas. La relación entre el capítulo de inversiones y el acceso a fármacos es escabrosa.  Se establecen mecanismos sobre los cuales cualquier compañía farmacéutica puede invocar los acuerdos inversionista-estado para proteger su propiedad intelectual y sus patentes.  La clave está en el término «propiedad» y por tanto cualquier medida en contra de su protección se podría – mañosamente – interpretar como una «expropiación» (técnicamente una «expropiación indirecta»), que permitiría al inversionista demandar al estado, esta vez abogando por los acuerdos concernientes al capítulo de inversiones y no al de propiedad intelectual.  El ejemplo más claro es la demanda de la compañía Eli-Lilly contra Canadá, por un monto de 100 millones de Dólares, al amparo del acuerdo de Libre comercio de Norteamérica (TLCAN), por considerar que la denegación de la patente de Strattera (Atomoxetina, tratamiento para el déficit de atención), constituía una expropiación de sus derechos de propiedad.

 

El otro pie de esta historia está en el capítulo de transparencia, hace sólo un mes se filtró un extracto de este capítulo llamado Transparencia y Equidad Procesal Para las Tecnologías de la Salud, también llamado pharmaceutical pricing.  Este capítulo está orientado fundamentalmente hacia los países que cuentan con sistemas de reembolsos, y entrega a una industria farmacéutica dueña de patente (y por lo tanto en situación de monopolio), herramientas fuertes de negociación frente al estado (que en el sistema de reembolsos actúa como principal comprador, y por tanto tiene la capacidad de regular precios), de manera que una farmacéutica puede demandar en caso que no le guste el precio ofrecido por el estado o incluso negarse a vender elñ fármaco, generando desabastecimiento y un problema grave en caso que el fármaco sea una necesidad de salud pública.  Todo esto, escudado en la premisa que el estado al ser gran comprador altera el precio de mercado, cuando en realidad el precio que ofrece un estado es el precio de mercado en ese país.

 

Dado que Chile no funciona con sistema formal de reembolsos para medicamentos, pareciera que esta propuesta no presenta riesgos inmediatos. Pero hay que observar que el sistema de reembolsos sale cada cierto tiempo como propuesta, como por ejemplo en la propuesta de medicamentos del pre-candidato Claudio Orrego, donde el AUGE de medicamentos podría transformar al estado en un gran comprador, por tanto, es importantísimo que no limitemos las herramientas de negociación del estado.

 

Ya terminada la ronda 17 de negociación y con miras al fin de las negociaciones en Octubre de este año (según lo manifestado por los países negociantes), las etapas técnicas se limitan y se hacen necesarias las definiciones políticas. Necesitamos definiciones claras desde el ministro de Salud, que nos aseguren que los interesas de salud públicas y acceso a fármacos serán resguardados en la negociación de TODOS los capítulos del TPP, y además, dada la alta probabilidad que el próximo presidente sea el encargado de poner su firma en el acuerdo, es necesario saber cual es la posición y la disponibilidad de cada candidato de sellar un acuerdo que cada día sabemos que trae más riesgos que beneficios a nuestro país.

*Rodrigo es Director de Contenidos de «Políticas Farmacéuticas». Se formó como Químico Farmacéutico y Doctor en Farmacología en La Universidad de Chile. Actualmente trabaja como académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

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